6. Otros lugares comunes


 

 06. Otros lugares comunes

   Como hemos visto hasta ahora, la importancia de Ceuta deriva directamente de su (doble) posición geográfica; norte de un vasto continente y próximo al sur de otro; extremo de un mar y en la zona de contacto de éste con un océano. Sin estos dos condicionantes la historia de la ciudad hubiera sido diferente. Basándonos en estos parámetros geográficos habría que ver otras zonas del planeta en la que se den circunstancias similares, empezando por nuestro propio continente, Africa. Así, encontramos dos áreas en las que se produce un tránsito de Asia a África y que a su vez permite el paso entre mares y océanos. Mencionaremos brevemente las implicaciones históricas y los principales elementos del patrimonio histórico existentes que demostrarían la importancia de ambas zonas geográficas a lo largo de la historia, ahora bien, ¿han sido importante durante todos los períodos históricos o perdieron esa relevancia en determinados momentos? En nuestro Estrecho, prácticamente desde la llegada de los fenicios en el siglo VIII a.C. ha existido una población que ha habitado permanentemente algunos de sus lugares más relevantes, y sin que tengamos noticias del tipo de ocupación desde la Prehistoria hasta la Antigüedad.

6.01 Delta del Nilo

   La desembocadura del río Nilo en Egipto puede considerarse como el punto de encuentro entre Asia y África pero además, desde el siglo XIX a. C. (Antiguo Egipto) aparecen menciones a la construcción de obras hidráulicas que conectaban los canales distributarios del delta del Nilo con el Gran Lago Amargo y de ahí con el mar Rojo (en dirección este-oeste) para facilitar el tránsito entre los  mares Mediterráneo y Rojo. Sin embargo, la obra hidráulica más antigua con el mismo propósito de la que se tiene certeza, fue la construida en el siglo VI a. C. durante el reinado de Darío I, momento en el que Persia llegaba desde la actual Libia hasta los límites geográficos con la India. Estas obras hidráulicas, que se han sucedido a la largo de la historia casi de manera constante debido a la naturaleza del propio delta (con aporte continuo de material sedimentario y sus consecuentes cambios de cursos del agua), han posibilitado también el tránsito de civilizaciones desde el Mediterráneo hasta el océano Índico. Por ello, esta posición estratégica de los canales ha supuesto una constante disputa por su control por parte de fenicios, egipcios, griegos, persas, romanos, musulmanes, franceses, otomanos, británicos…

   En esta región geográfica del delta del Nilo confluyen además distintas rutas y ejes de comunicaciones intercontinentales; las rutas costeras (marítimas y terrestres) que conectaban los extremos orientales y occidentales del Mediterráneo (Oriente Medio, norte de África y sur de Europa); las rutas caravaneras que partían desde El Cairo y llegaban a diferentes regiones saharianas, tanto de la orilla norte (siguiendo recorridos en paralelo a la costa mediterránea) como de la orilla sur (llegando a  diferentes meridianos de la región sahaliana); la ruta fluvial terrestre remontando el río Nilo hasta Nubia se convirtió en el principal eje norte-sur conectando Egipto con el Sahel. Para saltarse el control impuesto en las rutas a lo largo del Nilo surgieron las rutas marítimas por el mar Rojo que tuvieron su prolongación hasta las costas de la India a través del océano Índico (rutas creadas por navegantes griegos).

   Estas rutas no solo eran comerciales y militares, también se utilizaron para la expansión del Islam. El hecho de que hubiera que pasar por el delta del Nilo para ir desde África hasta La Meca para la peregrinación, aumentó la relevancia de esta zona. A partir del siglo XIX, con la construcción del canal de Suez, esta región vuelve a tener una importancia capital, que se mantiene hasta nuestros días, ya que la apertura del canal permitió acortar las rutas marítimas entre Asia y Europa para buques de mayor tamaño y calado, siendo un paso clave para la economía mundial.

   A pesar de esta importancia histórica, Egipto solo tiene declarados como Patrimonio Mundial 7 lugares; en la península del Sinaí, en El Cairo, en la región de Nubia, en la ciudad de Tebas, en la ciudad de Abu Mena y en el valle Uadi al-Hitan. Pero no hay ningún tipo de protección para el delta del Nilo, ni siquiera como Paisaje Cultural.

6.02 Askum

   En el río Awash se encuentra uno de los yacimientos paleontológicos más importante de África (declarados Patrimonio Mundial en 1980) con restos de australopitecinos con una antigüedad de entre 6 y 2,5 millones de años que han permitido un mayor conocimiento de la evolución humana. A principios del año 2000 estudios arqueológicos determinaron una datación de hace un millón de años para un cráneo casi completo que se piensa que es de Homo erectus, y no fue el único porque años más tarde se encontraron más ejemplares de la misma época, convirtiendo esta región en una prioridad para los arqueólogos. Algunos investigadores sostienen que esta fue una de las rutas utilizadas por los homínidos en su primera expansión más allá del continente africano y que hizo que posteriormente ocuparan todos los continentes, de ahí su importancia.

   Como hemos visto, gracias a las obras hidráulicas llevadas a cabo en el delta del Nilo se pudo establecer una nueva ruta comercial marítima entre el Mediterráneo y el mar Rojo, sin embargo, no sólo se trataba de conectar estos dos mares, el estrecho de Bab el-Mandeb permite conectar el mar Rojo con el golfo de Aden y éste con el océano Índico. Si además tenemos en cuenta que este Estrecho acerca el extremo sur de la península arábiga a la costa del África Oriental (separados por 20 km), quien controlase este paso estaría controlando la ruta Mediterráneo-Índico. Se trata por tanto de otro lugar estratégico, de ahí que desde la Antigüedad diferentes civilizaciones se hayan asentado para asegurar su control, como atestiguan las construcciones datadas entre los siglos VIII y VII a.C. en Yeha (Etiopía). En el siglo I aparece el reino de Aksum (a unos 150 km del puerto de Adulis y que se extendía por territorios de las actuales Etiopía y Eritrea) que va aumentando su protagonismo en la región gracias a su posición geográfica, en la intersección de dos ejes de comunicaciones, llegando a expandirse incluso al otro lado del Estrecho, ya en la península arábiga (con el consiguiente intercambio cultural). Aksum no sólo estaba vinculado a las rutas marítimas, la conexión con el valle del Nilo le permitieron ejercer de intermediario con otras regiones del África Central, aumentado así su poder. El vínculo con Egipto fue el que permitió que el cristianismo llegara a Askum en el siglo IV y que explique que la región lo haya seguido manteniendo como religión desde entonces. Hay sin embargo un hecho importante que pone de manifiesto que la influencia de un territorio puede llegar a ser mucho más importante en geografías mucho más alejadas (al menos en distancias). Dada la importancia de Askum y su control sobre diferentes ejes de comunicaciones, este reino fue el elegido para el exilio al que se vieron abocados los primeros seguidores del Profeta ante las persecuciones que sufrían por parte de los politeístas preislámicos (la protección que les ofreció el rey aksunita quedó recogida en la cultura islámica como la Primera Hégira).

   Además de las conexiones comerciales al norte y al este del reino, también se crearon rutas terrestres y marítimas con el sur del África oriental, esto es, con la cultura suajili, quienes ya mantenían relaciones comerciales con otras civilizaciones y reinos del océano Índico desde el inicio de nuestra era (L’Afrique Ancienne. De l’acacés au Zimbabwe, François-Xavier Fauvelle). El declive del imperio se produce en el siglo X como consecuencia de la expansión persa y por el impacto del Islam en las regiones vecinas. No obstante este no es el único período histórico reseñable en esta área geográfica.

   A partir del siglo XIII se inicia el Imperio etíope que aunque no alcance el poder de Askum, siguió siendo un actor importante en la rutas comerciales de la región, hasta tal punto que a finales del siglo XV los portugueses se alían con ellos ante los ataques de los sultanatos vecinos. La influencia portuguesa se mantiene hasta principios del siglo XVII, momento en el que el Imperio se aísla ante potencias extranjeras. Durante siglos se suceden los emperadores y las disputas internas hasta finales del siglo XIX con la llegada de los europeos a las costas del mar Rojo, dentro de sus respectivas estrategias colonialistas. A principios del XX son ocupados por tropas italianas hasta ser expulsados durante la Segunda Guerra Mundial.

   La historia de Etiopía y Eritrea ha dejado un patrimonio arquitectónico que ha sido reconocido por la Unesco con la inscripción como Patrimonio Mundial de 10 lugares, de los cuales 6 se podrían relacionar con la posición geográfica que nos interesa; el valle bajo de Aswach con los restos arqueológicos de australopitecinos; las ruinas de la antigua ciudad de Askum de los siglos I a XIII; las iglesias excavadas de Lalibela del siglo XIII; la ciudad fortificada de Harrar, con murallas construidas entre los siglos XIII y XVI pero con mezquitas del siglo X; la ciudad fortificada de Fasil Ghebi de los siglos XVI y XVII; la ciudad modernista de Asmara del siglo XX.

   Aunque el delta del Nilo y Askum estén alejadas del estrecho de Gibraltar, vemos que hay coincidencias o paralelismos en diferentes aspectos de sus respectivas historias. Por ejemplo, la importancia geográfica para canalizar flujos, ya sean migratorios, comerciales, militares, culturales…; los yacimientos prehistóricos (al menos en los estrechos) tienen especial relevancia en las teorías evolutivas; la presencia griega, musulmana, portuguesa (en los estrechos), europea contemporánea; las conexiones con otras geografías alejadas; los yacimientos o conjuntos arquitectónicos declarados Patrimonio Mundial; las influencias recibidas o aportadas del continente próximo… En definitiva nos encontramos con tres zonas geográficas excepcionales que ayudan a explicar una parte de la historia de la humanidad y que además siguen desempeñando un papel fundamental a nivel global debido a la vigencia de las rutas marítimas por cuyos estrechos y canales han ido surcando los comerciantes desde la Antigüedad.

   Ahora bien, ¿habría otros lugares en el mundo con características geográficas similares? ¿Serían tan relevantes como estos tres? Que se encuentren en la confluencia de dos continentes y dos mares (u océanos) sólo tendríamos dos, el estrecho del Bósforo y el estrecho de Bering. Veamos rápidamente si se pueden comparar con el estrecho de Gibraltar.

6.03 El estrecho del Bósforo

   Se trata de un paso natural entre Asia y Europa por vía terrestre, y entre el mar Negro y el mar de Mármara por vía marítima por el estrecho del Bósforo. Desde el mar de Mármara, atravesando el estrecho de Dardanelos, se llega al mar Egeo y de éste al Meditarráneo. Ambos estrechos suponen en la actualidad la única salida al Mediterráneo de 5 países (Bulgaria, Rumanía, Ucrania, Rusia y Georgia), una importancia geográfica que se ha mantenido desde la Prehistoria al considerarse el paso natural por el que el hombre llego a Europa (tras pasar de África a Asia por Oriente Medio). Desde la Antigüedad, el control de los estrechos por parte de civilizaciones llegadas de Europa y de Asia ha sido una prioridad y una fuente de conflictos; la primacía sobre el Mediterráneo oriental estaba en juego, también el aprovisionamiento de grano procedente del mar Negro (cuestión que ha permanecido vigente desde la Antigüedad hasta nuestros días).

   La principal ciudad de este ámbito geográfico es la actual Estambul, fundada por los griegos como Bizancio en el siglo VII a.C.; posteriormente se refundó como Constantinopla a principios del siglo IV; a finales del mismo, tras la división del Imperio romano, se convertiría en la capital del Imperio bizantino. En su mayor apogeo, el imperio dominaba prácticamente todo el Mediterráneo y el mar Negro, y una buena parte del mar Rojo, controlando así los estrechos de Gibraltar, Dardanelos, Bósforo y el paso por el delta del Nilo, en un intento por reunificar los dos imperios, oriente y occidente. Con el paso de los siglos Bizancio fue perdiendo poder pero no fue hasta mediados del siglo XV que la capital cae en manos de los otomanos (llegados de Asia central y Asia menor), poniendo fin a 11 siglos de hegemonía en la región. El nuevo imperio no se iba a contentar con los límites de su predecesor y comienza una nueva era de expansión que en el siglo XVI le lleva a incorporar a sus fronteras la ribera sur del Mediterráneo (a excepción del estrecho de Gibraltar), casi la totalidad del mar Negro y sus regiones ribereñas, el mar Rojo y un acceso directo al golfo Pérsico tras conquistar Irak. Este vasto imperio, musulmán, se consideró como el sucesor de los antiguos califatos que llegaron hasta al-Ándalus. Durante el siglo XIX el imperio se fue descomponiendo poco a poco hasta que la derrota en la Primera Guerra Mundial, a manos de las potencias europeas vencedoras (Reino Unido, Francia e Italia), terminó con un largo proceso de disolución que finalizó con la partición del Imperio otomano y la aparición de la República de Turquía en 1923.

   La convulsa e intensa historia de Estambul ha dado origen a un vasto y extenso patrimonio histórico declarado como Patrimonio Mundial desde 1985.

6.04 Estrecho de Bering

   Se trata de un punto geográfico donde coinciden los océanos Pacífico y Ártico (de gran interés biológico), y el continente americano y el asiático, que están separados por 82 km, sin embargo su ocupación ahora es testimonial; un faro del siglo XVII aún en funcionamiento en la costa continental rusa; la aldea de Wales en la costa de Alaska, con una población de 168 personas pero en el que se encontró un túmulo fechado entre los siglos VI y X (la aldea actual data de finales del siglo XIX); la aldea de Diomede en la isla Diómedes Menor, justo en mitad del Estrecho y con una población de 85 personas, utilizada como zona de caza desde hace 3.000 años y a la que los primeros europeos llegaron en el siglo XVII, si bien la ocupación permanente no se establece hasta el siglo XIX. La importancia del estrecho de Bering radica en los tiempos de la última glaciación, cuando el nivel del mar era mucho más bajo y los océanos Pacífico y Ártico estaban separados. Es en este momento cuando, según los investigadores, se produjo el paso del hombre desde Asia hasta América, entre 15.000 y 14.000 años a.C. (otros investigadores proponen una fecha mucho más temprana hasta los 33.000 años a.C.)(History of the Bering Land Bridge Theory. National Park Service).

 

Credits texts, photos and drawings: Carlos Pérez Marín