9. Epílogo


 

 09. Epílogo

   Las implicaciones que puede llegar a tener la historia en una ciudad va mucho más allá de una simple sucesión de fechas y de datos, más o menos relevantes, e incluso de su patrimonio histórico. Como en su día escribió Ilya Topper, Ceuta es un testimonio de lo que un día fue el Mediterráneo, la cuna de diversas civilizaciones que utilizaron el mar como espacio de intercambio en lugar de frontera y que ha dado lugar a lo que hoy somos.

   Las diferentes civilizaciones que han pasado por la ciudad, al igual que ha ocurrido con el Mediterráneo, han ido dejando un sustrato, a veces reflejado en nuestro patrimonio a través de la arquitectura y de la arqueología, otras veces es mucho más sutil, de tal manera que culturas, ciencias y creencias de diferentes pueblos se combinan de diversas maneras para dar lugar a civilizaciones que han ido conformando una gran parte del mundo que hoy conocemos (Europa, la mitad norte de África y Asia Occidental) y en el que Ceuta ha sido testimonio privilegiado gracias a su situación fronteriza, geográfica y política, a veces como posición más al norte, más al sur o más al oeste; situaciones que desde una perspectiva de largo plazo se convierte en una yuxtaposición de culturas y civilizaciones como se observa en la siguiente imagen con la evolución de la línea fronteriza en el Estrecho y Mediterráneo.

 

   Estamos en un ciudad de tamaño pequeño pero amplia de mente y espíritu, cuya relevancia en la historia supera la capacidad de comprensión y de asimilación de nuestras autoridades como se observa en la imagen en la que se representan las ciudades (y regiones) con las que Ceuta ha tenido una relación directa o indirecta dignas de destacar. Además, y como muestra nuestro patrimonio histórico, nuestros antecesores se caracterizan en general por ser vanguardistas, no en vano, les iba la vida en ello, ni no innovaban con los sistemas defensivos de la ciudad ellos morían con ella, o como hemos visto el califato caía.

 

   Quizás los trabajos para una (doble) candidatura pueda ayudar a entender mejor quiénes somos, y ya de paso honorar a nuestros antepasados, situando a Ceuta en la vanguardia educativa y cultural, aprovechando nuestro patrimonio, el conocido y el que aún queda por descubrir, con independencia de las posibilidades que tengamos por motivos políticos o diplomáticos. En cualquier caso la(s) historia(s) de Ceuta y el Estrecho son más importantes que las propias declaraciones que haga la Unesco, pero quizás sea la herramienta necesaria para que nuestros responsables, locales y nacionales, vean en nuestra ciudad no un problema sino un motivo de orgullo y de inspiración.    

 

Credits texts, photos and drawings: Carlos Pérez Marín