qafila khamisa

diario: días 12-13


DIARIO

 

 3. diario: días 12-13

DÍA 12

03.11.2021

5h30 / 24,08 km

Uno de los hombres que Nefaa había saludado cuando llegamos al lecho del río se quedó a cenar y a dormir con nosotros. Aparentemente vive aquí y allá, y trabaja en las diferentes parcelas de la zona.

Ayer por la noche fue la mejor. Cielos despejados, pájaros que cantaban, calma y estrellas. ¡Finalmente pude ver las estrellas!

La parada en Rachid nos sirvió para comer bien, pero de nuevo arroz, con carne de cabra.

Salimos temprano y el amigo de Nefaa nos aconsejó ir directamente hacia una de las montañas que limita el curso del río. Siempre piedras y arena. Cuando Nefaa encontró una pista, me di cuenta de que tal vez fuera de una antigua ciudad construida de piedra y que esa era una calle. En la parte inferior había una aldea, por lo que podría ser el mismo caso que Rachid. Tendré que buscar más información.

Evitar el río nos supuso coger un camino más recto pero con muchas rocas y piedras. 2 horas después bajamos de los cerros y Nefaa quiso parar 20 minutos para que los camellos comieran un poco. Inmediatamente aprovechó la oportunidad para hacer 3 vasos de té.

Después del descanso, llegamos a la carretera y el ritmo de la caminata aumentó, también el viento. A la izquierda podíamos ver el tipo de terreno que evitábamos, dunas, aunque la carretera no fuera el camino ideal, a estas altura del viaje era preferible a las dunas. De todos modos, 4 km más tarde, nos dirigimos hacia el río para buscar un lugar para comer, lo que hicimos justo antes de un pequeño pueblo. Estamos a 20 km de Tidjikja.

 

Hicimos todo el trayecto de la tarde por la carretera, para acercarnos lo máximo posible a la ciudad. El lugar donde comimos no era demasiado atractivo, una talha pero en mal estado y suciedad dada la cercanía del pueblo. El modelo de construcción se repitía; una khaïma fija, una pequeña construcción con cubierta a dos aguas, refugios para animales y aseos. Algunos edificios están hechos de piedra, pero el hormigón (bloques) está empezando a ganar terreno.

Pasado el pueblo (a 15 km de la ciudad) el paisaje cambió un poco, como si ya no fuera el desierto, con arbustos muy verdes y tierra en lugar de arena. En 2 horas solo pasaron 4 coches, pero estoy seguro de que el tráfico aumentará rápidamente con el tiempo.

Al final del día aún no podíamos ver la ciudad, según Google Maps estamos 12 km en línea recta, que es lo que Nefaa planea hacer mañana por la mañana.

La noche se presenta casi perfecta, esperemos que los coches no pasen por la carretera, porque estamos muy cerca.

Para la última cena, Nefaa hizo pan y carne de cabra seca. Iba a comer solo la fruta que le compré ayer en Rachid pero no pude evitar comer pan hecho en la arena...

Mientras esperaba, observé el cielo sin nubes pero con la luz de Tidjikja detrás nuestra. Esto no impidió que siguiéramos teniendo estrellas fugaces, hasta 15 he contado desde que salimos de Chinguetti.

 
 

DÍA 13

04.11.2021

2h36 / 13,99 km

La amplitud del paisaje me permitió contemplar la cúpula celeste, no muy clara, pero muy hermosa y conmovedora al mismo tiempo. Durante la noche, pasaron 2 camiones y sus ruidos, a una gran distancia, sonaban más como máquinas de otros mundos.

La mañana fue como cualquier otra, el hecho de estar cerca del final no significó una relajación en los preparativos y salimos a la misma hora que los días anteriores. Antes de ese momento le pagué el resto del dinero a Nefaa, más una bonificación, por cierto, colgué mi brújula lequeña en su bolsa de cocina, pero al verla me dijo que no la quería. Sabía que podía orientarse muy bien sin necesidad de ese instrumento.

Al inicio de la jornada, no quise cometer el mismo error que el último día de Qafila Thalitha cuando llegué a Tighmert. Teníamos que hacer 12 km y eso significaba entre 2h30 y 3h de caminata y en ningún caso menos.

Nefaa arrancó rápido, a 12 minutos por kilómetro, gracias a la arena dura, pero con ondulaciones, después de 1 hora estaba cansado pero las ganas de llegar a Tidjikja me dieron fuerzas. 6 km después pudimos ver antenas anunciando la proximidad de nuestro final. Antes de llegar a la ciudad nos detuvimos para ver dónde podían comer un poco los camellos. Aproveché la conexión a Internet, por primera vez, para buscar un hotel u hostal donde quedarme. Finalmente llamé a Nemoud (cuyo número me habían dado Sidi y Zaida) y me dijo cómo llegar al albergue Le Phare du Désert.

Nefaa quiso hacer un último té conmigo, que hicimos entre los “jardines” (parcelas cultivadas) de las afueras de la ciudad. Una vez en el albergue, Nefaa descargó los camellos y los llevó a una parcela para comer. Se quedó conmigo y después del almuerzo se fue a Chinguetti, espero verlo pronto quizás con los participantes de Caravane Ouadane, si no el año que viene en la próxima qafila.

 
 
 


Créditos vídeos, fotos, textos y dibujo: Carlos Pérez Marín

Cámaras: iPhone XS Max y Leica M6 (Ilford FPE Plus 125)